El desarrollo psicomotor del bebé durante los 6 primeros años de vida es de vital importancia.
Cómo decía María Montessori:
“ El periodo más importante en la vida no es el de la universidad, sino el primero de todos; desde el nacimiento hasta los 6 años de edad.”
Cuando hablamos de desarrollo estamos incluyendo todas las áreas de desarrollo: socioafectiva, motora, sensorial, comunicativa y del lenguaje, y cognitiva.
En cada etapa de desarrollo psicomotor del niño, estas áreas están interrelacionadas entre sí, es decir, unas dependen de las otras.
Para que todas estas áreas funcionen entre sí correctamente, necesitamos de sistemas y partes del cuerpo que trabajen de manera conjunta para llevarlo a cabo.
Imagen: desarrollo psicomotor del bebé
Lo primero de todo, tenemos que saber que el desarrollo psicomotor del bebé viene preestablecido desde que nacemos, es decir, viene programado.
Un vez que nacemos, los patrones que traemos prestablecidos se van enriqueciendo con nuestras experiencias vitales.
Para que lo entendáis mejor, cuando vuestro hijo inicia a dar sus primeros pasos, los patrones que necesita para mantenerse sobre los dos pies e ir alternando sus pasos, irá madurando con la práctica, hasta poder andar como anda un adulto o incluso correr.
Vamos a hablar de los principales sistemas que hacen que toda la motricidad del niño sea posible. Nos los tenemos que imaginar cómo una máquina de engranaje en la que todo se acopla, y el funcionamiento de una parte influye en las otras y viceversa.
Todos conocemos los 5 sentidos: vista, olfato, audición, gusto y tacto. Pero para un desarrollo psicomotor óptimo existen otros sentidos no tan conocidos aunque igual de importantes, serían: propioceptivo, vestibular e interoceptivo.
“La vista, el tacto, el oído, olfato y gusto son sensaciones externas qué nos informan de lo que sucede en el exterior del organismo. Son sensaciones que recibimos de una forma consciente y sobre las que tenemos cierto control. Sin embargo, existen otro tipo de sensaciones, las sensaciones internas que nos informan del lugar que ocupa nuestro cuerpo en el espacio y de su movimiento: propioceptivas y vestibulares” (Moya, D., Matesanz, B, s.f.).
Las sensaciones propioceptivas y vestibulares aportan información del propio cuerpo, tono muscular y postura, aspectos importantes para el posterior desarrollo de la comunicación, el lenguaje, la autonomía personal y el aprendizaje de la lectura y la escritura (entre otros).
El sistema nervioso central está compuesto por diferentes estructuras, entre las que nombramos: el cerebro y la médula espinal. Es el sistema encargado de transmitir y recibir información (tanto del propio cuerpo como del exterior), y procesarla.
«El recién nacido viene al mundo con un cerebro casi liso, sin apenas arrugas. A medida que el niño va aprendiendo y desarrollando nuevas habilidades, comienzan a aparecer millones de conexiones nerviosas que darán al cerebro adulo su volumen y arrugas características» (Álvaro Bilbao, El cerebro del niño).
Simplificando mucho, somos capaces de andar porque el sistema nervioso central transforma la información que le llega por los diferentes sentidos, para poder enviar información a los músculos y estructuras corporales (mediante las neuronas), y así movernos libremente.
El sistema musculoesquelético proporciona forma, estabilidad y movimiento al cuerpo humano. Está formado por músculos, huesos, nervios, ligamentos, tendones, articulaciones…
Es el sistema que recibe y envía información al sistema nervioso para ejecutar movimientos, y transformarlos en participación en la vida diaria, para andar e ir al trabajo, coger un vaso cuando tengo sed….
Imagen: signos de alerta freepic
Los signos que se describen a continuación son meramente informativos.
Para saber si existe una alteración, problema o retraso en el desarrollo es necesario que un profesional especializado lleve a cabo una valoración exhaustiva de las diferentes áreas del desarrollo.
Imagen: Bebé desarrollo 3 meses
Podéis encontrar información sobre el desarrollo del bebé de 3 meses en el vídeo enlazado
Imagen: Desarrollo psicomotor 8 meses
En el desarrollo psicomotor de los prematuros hay que tener siempre en cuenta la edad corregida. La edad corregida corresponderá a la edad real menos las semanas de gestación que le han faltado para estar en el vientre materno.
Imagen: prematuro pexels
Lo vamos a ver con un ejemplo:
“ Julia nace antes de tiempo, y nace con 26 semanas en vez de con 40 semanas de gestación. Actualmente tiene 8 meses desde que nació, y la edad corregida es 4 meses y medio (a los 8 meses se le restan las 14 semanas de adelanto con las que ha nacido).”
Así que, teniendo en cuenta éste dato, la valoración de Julia debería corresponder con los 4 meses y medio.
Dentro de poco en el blog de Espacio Terapéutico Gaia, explicaremos más sobre este tema.
Cuando existe una lesión o alteración en el funcionamiento de alguno de estos elementos podemos observar en el desarrollo psicomotor del niño alguna dificultad en la adquisición de los diferentes hitos del desarrollo, tales como: adquisición tardía de la marcha, marcha en puntillas, dificultades en el aprendizaje de la lectura y escritura, dislexia, TDAH…
Desde el nacimiento es posible valorar alteraciones que pueden existir en algunos de estos sistemas, y así paliar la dificultad lo más tempranamente, y prevenir futuras alteraciones en el aprendizaje de los niños.
Imagen: pexels
Puedes acudir a:
Nuestra recomendación es que, si al profesional que acudes no observa aquello que te tiene preocupada/o, sigue tu intuición, no esperes y sigue buscando el profesional que te ayude, te escuche y resuelva tus dudas.
Son muchas las familias que esperan porque les dicen la frase “no te preocupes, ya lo hará, cada niño tiene su tiempo”. En estas edades el factor tiempo es algo muy importante.
Un Fisioterapeuta infantil, junto al resto del equipo terapéutico, puede apoyar al niño y su familia en su desarrollo psicomotor, para que algún día ese cerebro le permita ser autónomo, conseguir sus metas y sentirse bien consigo mismo.
En el primer año se integran reflejos primitivos de supervivencia y en poco tiempo, se afianzan los patrones posturales y de movimiento, necesarios para el futuro y constante aprendizaje.
“El desarrollo psicomotor no es una carrera, si no una oportunidad de adaptación al entorno”
La Fisioterapia infantil, en colaboración con otros miembros del equipo como el Terapeuta Ocupacional, el logopeda o el psicólogo, pueden valorar desde el nacimiento diferentes habilidades, patrones globales de la postura que pueden estar alterados, y prevenir o paliar (mediante un tratamiento o seguimiento), alteraciones en el desarrollo psicomotor del niño en el futuro.
Éste artículo ha sido escrito por:
Adelaida Blanco Martín,
Fisioterapeuta infantil de Espacio Terapéutico Gaia (Madrid).
Imagen: desarrollo bebé pexels
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